miércoles, 2 de noviembre de 2011

Hogares de Tránsito

Se­ñor Di­rec­tor:
"Hace un año fuimos testigos de cómo 33 hombres eran desenterrados vivos luego del derrumbe de una mina en Chile. Pero lo que más sorprendió es que no sólo los responsables directos y el Estado, sino todo un país, se ocuparan de este puñado de hombres, y que en todo el mundo se compartiera la preocupación y la expectativa.
"En nuestro país no son sólo 33, son miles; no son adultos, son niños los que están privados del aire elemental que significa la familia. Son primero abandonados por sus padres biológicos y después son «enterrados vivos» bajo años de expedientes judiciales hasta que algún juez logra definir la adopción o restitución a los padres. Niños atrapados en un sistema judicial que los condena antes de emitir sentencia. Niños que dejan de serlo, esperando que se declare su estado de adoptabilidad.
"Sin duda, 70 días bajo la tierra puede significar mucho en la vida de una persona de 30 o 50 años, pero 2 o 5 años sin familia pueden modificar esencialmente el destino de un bebe o un niño. ¿Por qué no nos preocupa? ¿Será porque los medios no lo tienen en su agenda o se ha anestesiado nuestra conciencia social? ¿Por qué el Estado no ejerce su función de protección? ¿Será que no hay presupuesto? Y lo peor de todo, ¿por qué tienen que ser los inocentes, los niños, quienes paguen las consecuencias cuando los organismos responsables se sienten ofendidos o interpelados?
"¿Qué pasaría si en lugar de sentenciar a todos los niños de los hogares de Capital Federal a pasar 90 días sin salidas con su familia sustituta, como ha ocurrido recientemente, se pusiera ese plazo para el cierre de los expedientes de estos niños? ¿Es posible que el gobierno nacional, provincial o de la ciudad se preocupen en serio por los niños, aunque ellos no voten, no hagan piquetes, no corten rutas? ¿O al menos no pongan obstáculos a las ONG que intentan cubrir con solidaridad los vacíos que ellos mismos están dejando? ¿Es posible que los jueces sean más expeditivos, aun cuando estos niños no hagan un juicio por daños y perjuicios, ni por el daño moral que están sufriendo?
"¿Es posible estar orgulloso de ser argentino? Creo firmemente que entre los millones de habitantes de este suelo es posible encontrar alguien capaz de diseñar soluciones concretas para estos casos que no son menores."
Gonzalo Delía
DNI 17.287.756
gonzalojdelia@yahoo.com.ar

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