lunes, 6 de febrero de 2012

Reciente nombramiento

Sra. Directora:
Para ejercer cada profesión, se necesita prepararse. estudiar y luego ir escalando posiciones mediante la práctica.
En 1963, el Canciller Muñiz, creó el Instituto de Relaciones Exteriores de la República Argentina, de ese Instituto han egresado profesionales brillantes que han dado prestigio al Cuerpo Diplomático. Pero los argentinos nos olvidamos del " zapatero a tus zapatos".
La Sra. Alicia Castro, que debe haber cursado la carrera diplomática escuchando al Presidente de Venezuela, acaba de ser elegida Embajadora ante Gran Bretaña.
Justo cuando las relaciones con ese país se han tensado y elevado la conflictividad.
Felicitaciones Sra Castro por el premio, espero que esté preparada para esas funciones.
Para nuestro país un nuevo retroceso
Marta Julia Lonati
martajulia66@yahoo.com.ar
Enviada al Diario Clarín el 2 /2/2012

Los bandos opuestos del conocimiento

Hace 20 años que intento reconciliar a las dos corrientes opuestas del pensamiento humano. Los que buscan el “conocimiento” dentro de si mismos y solo adentro y los que lo hacen fuera de si y solo afuera y hasta ahora lo único que he conseguido es que ambos bandos me consideren un enemigo y desechen mis trabajos en la primera o segunda pagina.

Por supuesto los integrantes de estos “bandos” ni siquiera reconocen como miembros del mismo a la mayoría de las diferentes “facciones” en que cada uno de ellos se subdivide. Por ejemplo para un Taoista es posible aceptar a un Budista y quizás a Jesús pero solo extrayéndolo del Catolicismo, estos no reconocen a los anteriores y tampoco a un Mahometano, los cuales entre si tampoco lo harán con un Hinduista y así sucesivamente se consideran a si mismos como “El” verdadero camino. Esto es una versión sintética de la infinidad de variantes que posee esta corriente del saber humano, las que tienen en común descartar de antemano cualquier “acción” en el mundo con el propósito de cambiarlo, puesto que este mal mundo es el resultado de la desviación del hombre del camino correcto de Dios, ya sea obra de Satán o de su propia codicia y maldad “inherente” o incluso de las falsas religiones y por lo tanto la gran tarea es el “cambio interior” que cada ser haga para así restablecernos en algún futuro lejano o apocalíptico, en la senda del bien.

El otro bando hace lo mismo y también daré algunos ejemplos: los que predican la revolución socialista parten de Marx pero pueden ser trotskistas, maoístas o estalinistas solo para citar algunas variantes, las cuales se dividen entre si en diferentes corrientes sin contar a los anarquistas y otros “istas” que andan por ahí. Otros conforman diferentes tipos de organizaciones de acción social al estilo de los que luchan por la ecología u otras alternativas de cambios en el actual proceder humano respecto del medio ambiente o en el trato a los más desamparados. En definitiva ninguno de estos tampoco considera a los demás parte su lucha, la cual creen que llegara al fin cuando logren arrastra tras de si a una importante parte de la población para imponer los cambios en la sociedad y por supuesto consideran “opio”, inútil e incluso imbecilidad cualquier búsqueda o consideración de Dios.

Así están las cosas y así esta el mundo. Los que tienen “intereses” materiales que defender dicen estar del lado de los religiosos junto a Dios, pero por supuesto un Dios que permite y avala la inmoralidad de fomentar la miseria de la gran mayoría de la humanidad. Los que viven en la miseria y en la desesperación de buscar día tras día los medios indispensables para subsistir creen en un Dios que algún día vendrá para hacer justicia o esperan la oportunidad de la rebelión que haga justicia por sus propias manos y les permita vengarse de sus opresores; la inmensa mayoría no tiene tiempo para ocuparse de una cosa ni de otra. Y finalmente están los “pensadores”, aquellos que conforman la vanguardia intelectual de la humanidad toda, aquellos que con su ilustración deberían liderar la transformación tanto “social” como “espiritual” de la sociedad, están embarcados en su propia opinión del mundo en el que vivimos todos y prefieren catalogar al resto de idiotas antes que ponerse a buscar la manera de ponernos de acuerdo en una cuestión mínima pero fundamental y decisiva por si misma y con la cual todos podemos coincidir para reconciliarnos y resolver de este modo la encrucijada frente a la que nos encontramos. La clave es comprender que el origen de todos los males se halla en la “moral individualista” que no solo sostiene, avala e impulsa la injusticia social sino que también permite establecer intermediarios entre Dios y los hombres, los cuales le darán a su propio Dios las características que le son afines a su visión, versión o intereses.

Seria fantástico, y algún día no muy lejano ocurrirá, que unos y otros comprendan que tienen parte de la razón y que tan solo expresan diferentes aspectos de la “dualidad cósmica” que se manifiesta en “dos” pero que en realidad es una sola. Que hay un “adentro” y un “afuera” tan validos uno como el otro. Que vivimos dentro de una Mente Absoluta, Eterna, Infinita e Inteligente en si misma, Dios. Un Dios que no intervendrá pues ya lo ha hecho en su manifestación subjetiva, su negación, su lado femenino, La Vida, hecha de sus partículas elementales de energía esencial que evolucionan acorde a Leyes inexorables e inmutables y de las cuales somos hasta ahora su mas alta expresión y por ende cualquier cosa que esperemos de Dios es nuestra tarea hacerla, aunque es parte de esta tarea ponernos en armonía con ese Todo Cósmico y esto lo encontramos dentro nuestro pues Dios esta en nuestra propia escencia.

Todo esto seria fantástico y lo será, por ahora me conformo con que podamos reconciliarnos detrás de una premisa simple y común a la inmensa mayoría de los habitantes del planeta, lo cual nos daría la fuerza necesaria, para restablecer La Moral Comunitaria en la organización de la Sociedad Humana.

Después creceremos y los conocimientos se retroalimentaran por si mismos y serán uno solo, LA CONCIENCIA COSMICA.

José Picardi
Buenos Aires, 5 de febrero de 2012
www.josepicardi.com.ar