- La carta del domingo -
Señor Director:
"El aborto es una situación de enorme violencia. No sólo contra la vida del niño que ya no va a nacer, sino que también es un gesto de violencia que la madre se provoca a sí misma, presionada por circunstancias que no le dan salida.
"Es un gesto de violencia también por parte de la comunidad, que con gran indiferencia deja a solas a la mujer en esa situación límite. Se trata de múltiples violencias que permite una cultura que está acostumbrada a convivir con la violencia.
"«Si ustedes no los quieren, dénmelos a mí», decía la Madre Teresa. La comunidad debería ofrecer a la madre (y al padre, ¿qué ha pasado que hemos borrado al padre del discurso?, ¿lo hemos borrado nosotros?, ¿se ha borrado él?) una alternativa pacífica: la posibilidad de ayuda social, de contención a lo largo del embarazo o también de dar a su hijo en adopción; en definitiva, la oportunidad de que ese niño pueda seguir viviendo, si no con ella, con otros.
"Pero somos individualistas y pragmáticos. El aborto parece ser la «solución» más «fácil», «económica» e «higiénica» frente al «problema» de esta gran causa de mortalidad de mujeres en período de gestación. Nos parece natural no hacernos cargo de lo que les ocurre a los otros. Es el estilo de nuestra época."
Marisa Mosto
DNI 12.946250
marisamosto@gmail.com
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