jueves, 10 de noviembre de 2011

Monseñor Laguna



Se­ñor Di­rec­tor:

"El obispo Justo Oscar Laguna fue un pastor en la Iglesia, que supo caminar con el rebaño que le había sido confiado. Pero esa tarea no le impidió peregrinar por los senderos universales de la humanidad. Sin embargo, no dividía su tiempo entre los compromisos religiosos y los sociales. Todo constituía un mismo desafío para este hombre de fe.

"Pude colaborar con él, durante varios años, en la Comisión Episcopal de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso. Sabía crear vínculos personales con los creyentes no católicos y con los no cristianos. Poseía una sintonía especial con los del ámbito judío, sin descuidar a los del islam y de todos los credos. Era un don o carisma que lo distinguía entre los pastores.

"Más allá del mundo de los creyentes o más acá de la frontera de las divisiones, en la Argentina será recordado como un hombre que trabajó por la paz en el conflicto con Chile, por la democracia antes y después de 1983, por la justicia frente a la violación de los derechos humanos y por el diálogo, madre de todos los consensos en una sociedad pluralista. Nos enseña a defender valores como la familia y la vida, respetando a los que puedan pensar de otro modo."

Ignacio Pérez del Viso, jesuita
ipdelviso@fcias.org.ar

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