Señor Director:
"Realmente es deplorable el funcionamiento de nuestro sistema de subterráneos. En general no se respetan los horarios que la propia empresa divulga por diversos medios y en las pantallas que están en los andenes de cada estación. Es como burlarse del usuario en su propia nariz.
"En el traspaso propuesto por la Nación a la Ciudad se debería previamente determinar el estado del servicio, su pésima calidad y el dinero necesario para su puesta a punto.
"Un empleado de la empresa me comentó que la línea D no puede mejorar las frecuencias por el sistema de señalización vigente, que paradójicamente se modificó hace poco, lo que originó demoras y suspensiones de servicio por las que se pedían disculpas, anticipando que todo era para mejorar el servicio. ¿Quién controla? ¿Dónde está el Estado?"
Luis Alejandro Rizzi
DNI 4.310.052
intercons2003@hotmail.com
Publicada en La Nación el 22/11/2011
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